miércoles, 20 de agosto de 2014

La pregunta del Bécquer mudo

- ¿Qué es amor? - me preguntaste, mirándome a los ojos. Y me sentí inmersa en las líneas de Bécquer, al responder con poesía. 

- Amor es... -Y el tiempo se detuvo en el tac, que siguió al tic, como cometa que lleva la brisa del café humeante de la mañana. 

Entonces comencé a recordar lo que me hace sonreír... Y vi tus manos recorriendo mi espalda, tus ojos infinitos posados en los míos, el tacto del sabor de los besos del amanecer, y el aroma de llegar a casa. Pero seguía sin saber qué responder...

Imaginé la alegoría del despertar entre tus brazos, del dormir acurrucada en tu aliento, del cantar exhaustos bajo la luz de la cocina, o del sabor del ron con hierbabuena de tus labios... 

Recordé mi primer día de clase, cuando Manrique imploraba con coplas a la vida... Y sentí que la vida eres tú. Pero seguía sin saber poner palabras a la respuesta a la pregunta formulada. 

Entonces, acaricié mi rostro con preocupación, presa del pánico de las palabras que no suenan... Sentí erizados los poros de mi piel, al recordarte acariciando mis ojos. 

- Amor es... - Balbuceé, atónita, ante la falta de sonido de mi boca expresada. 

Y sentí el brillo de tus ojos cada día, de los míos al chocar con los tuyos... Palabras y palabras pronunciadas, con el alma desnuda junto a la estufa, sueños construidos junto a una taza de café, zumo de naranja en el vaso del fregadero, menta brotando en el balcón. Un bikini morado, un bañador blanco. Lavanda, tomillo y vino tinto. El sabor de la cerveza. La sepia cortada sobre la tabla marrón. Y suspiré...

Dibujé tu sonrisa sobre el mantel, junto a ese puzzle de Roma, que guardamos en el cajón de los sueños... Y me reí, al sentir tus cosquillas vagas sobre las mías excitadas...

Tu voz, esa vibración extenuante que me rompe el alma... Y el tacto de tu piel con mi piel. El aroma de la certeza de que podemos saltar, sin red, sobre el abismo, juntos... Siempre juntos.

Ese corazón en el WhatsApp, o caminar tendiéndote una emboscada en Apalabrados. Tú, siempre tú... cada décima de segundo del día... De cada día... De todos los días... Siempre.

Días de cine, días de risas, días enredados entre la luna y el sol... Esa Luna llena de tus ojos, ese cosquilleo perpetuo en el estómago... Juegos, risas, sueños, verdades, conversaciones improvisadas, poesía... 

Entonces supe la respuesta... La canción eterna, la vida completa, el sueño hechizado, la búsqueda de la felicidad... El porqué de la sonrisa...

- Amor no es... Amor eres. Eres tú. 

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