domingo, 11 de enero de 2015

En gerundio

Las noches despiertas me han visto crecer... Terca, ilusionista, ilusionada, loca, alegre, soñadora, empática, libre, silvestre... como los tulipanes amarillos... Tuya, siempre.


Y tu, en la ventana, esperándome... Y yo, en el andén, buscándote. Una vida que empezó cuando te encontré. Sin guión preestablecido. Solos tú y yo: improvisando el beso sin verso. 



Ave fénix, liberador del las almas encadenadas... Loco príncipe encantado, sin besos desolados... Alma libre y desvirtuada, malherida y rehecha a semejanza de la libertad reconquistada. Poeta sin verso definido, improvisación maravillosa del destino. Tu, y solo tu, mi alma llena. Tu, y solo tu, palma de mi mano, sonrisa de mi risa, lágrima de mi llanto, cometa de mi viento volado. 



Y es tu sonrisa la que me hace crecer, pentagrama de mi sino... Si no es contigo no es, es porque es contigo.  



Trepa la hiedra en el verso, que se dibuja en el alma sin piel. Lágrimas secadas frente al iris de la mirada. Guerreros del cielo en la tierra, batallas de algodón y miel. 




Miradas unificadas, frente al mundo que gira. Loco mundo que espera, mientras nuestro amor crece. Lo soñamos, lo creamos... juntos. Nuestro mundo.



Tu y yo: epopeya. Tu y yo: sonrisa mimetizada en el alma de una metáfora. Tu y yo: siempre; sonando al son de la balada sin fin. Poesía que crece, poesía que brota, poesía que nace de la sonrisa. Amor infinito. Tu y yo: siempre. 



Amando, creciendo, jugando, soñando, viviendo, sintiendo... Siempre: tu y yo. En gerundio. 


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